Como pingüinos en la jungla, así entran todos a verte. Entramos.
Con cara de ocasión o cara de nada.
Graciosos, desubicados, paticortos y con alas que no sirven para volar,
sino para nada, para nadar.
Alas de nadar: aletas. Caras de nada: caretas.
Así entramos a verte, como pingüinos
o como amantes machos que escapan con el pantalón y el mástil a media asta.
Ridículos, torpes, graciosos y como tú dices: "grossseros".
Y ahí estás tú, como tucán en la jungla
recibiéndonos
sorprendida como nunca,
colorida y sonriente como siempre.
PD. Había escrito un texto muy similar al que acabas de leer. Lo quise ilustrar con un video, y lo que encontré me modificó y te lo paso.
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